PROCESIONARIA DEL PINO

En breve podremos observar la procesionaria en todo su esplendor formando esas largas filas que hacen honor a su nombre bajando de pinos y siendo una molestia para vecinos y pesadilla para niños y mascotas que pueden verse afectados por sus pelos urticantes.

Para comenzar ¿qué es la procesionaria del pino?

Se trata de una plaga que nos resulta más familiar en su fase de oruga ya que forma parte del ciclo biológico de un lepidóptero (mariposa) Thaumetopoea pityocampa. Básicamente en verano la mariposa se aparea y deposita sus huevos en la copa de los pinos. En los meses siguientes se conforman los bolsones característicos con esos aspectos sedosos en las copas donde en su interior se desarrollan las larvas que se van alimentando de las acículas que son las hojas de los pinos. Aquí transcurren unos meses y van evolucionando a los siguientes estadíos. Cuando comienzan a subir las temperaturas coincidiendo con el final del invierno y principios de primavera bajan por los troncos formando esas filas interminables tan características hasta llegar al suelo para completar la última fase que es pupar enterrándose en el suelo y pasando a crisálidas. De ahí volverá a emerger la mariposa adulta que dará comienzo al ciclo.

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Peligros de la procesionaria

Realmente el problema radica en que suele ser una plaga muy numerosa que puede pasar de ser una molestia a un grave inconveniente ya que la oruga desarrolla pelos urticantes que pueden generar reacciones alérgicas importantes en adultos y niños. También son numerosos los casos de mascotas como perros que han llegado a morir tras el contacto e ingesta de estas orugas debido a esa reacción. Normalmente este tipo de incidencias se producen en las zonas verdes de pueblos y ciudades donde hay pinos o en las inmediaciones siendo más preocupante cuando hay colegios o zonas más sensibles cerca.

Control de la procesionaria

El error más común es actuar tarde y mal. Para actuar es una ventaja conocer su comportamiento y ciclo biológico. Por experiencia diré que los avisos y la preocupación por parte tanto de particulares como de administraciones locales y ayuntamientos con respecto a esta plaga se produce cuando se visualiza la oruga ya en suelo y ya ha generado quejas de personas afectadas. En esta fase el control resulta más complejo.

Existe un control físico y mecánico donde se llega a retirar físicamente esos bolsones antes que la oruga comience a salir.

De otro modo también hay fumigaciones normalmente con cañones adaptados a gran distancia donde el biocida pueda llegar sin problema a las partes altas. Hay que tener en cuenta que en la fase de formación de bolsones las larvas están muy protegidas frente a agentes climatológicos y también frente a posibles agentes químicos.

Hay otras medidas más ecológicas que abarcan desde la instalación de trampas en el tronco a modo de un anillo donde las orugas van quedando atrapadas en una bolsa acoplada a dicho anillo y donde no llegan a bajar al suelo por ser ese su único sitio de paso. Hay que tener en cuenta que la instalación de estas trampas debe ser previa y planificada antes de la eclosión de los bolsones ya que una vez la oruga esté por todas partes de nada sirve y habría que actuar con insecticidas sobre las orugas pero como se ha dicho anteriormente resultaría más complicado.

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Por último y como novedad que se lleva aplicando en los últimos años con muy buenos resultados está la endoterapia. Consiste en una técnica que se explica muy bien haciendo una similitud con la vacunación al árbol en este caso al pino. Se inyecta el biocida mezclado con fertilizante al tronco del árbol y los propios vasos vasculares del árbol mediante la savia lo transportan a la parte alta hasta llegar a las mismas acículas de manera que cuando las larvas se están alimentando de ellas en los primeros ciclos ya están ingiriendo el biocida y por tanto mueren. Es una técnica totalmente inocua para el árbol y además se evitan fumigaciones externas. Lo único importante y siguiendo con el ejemplo es aplicar las inyecciones en los meses recomendados a modo de calendario de vacunación normalmente a partir de octubre ya que de hacerlo con retraso no haría el efecto deseado.

Luis Ángel Ordóñez García - Biólogo Responsable técnico Orguesa&Gestiona