CORONAVIRUS: LA VIRTUD SIEMPRE ESTÁ EN EL TÉRMINO MEDIO

Ya está en nuestro país el famoso Covid-19, el número uno de los más buscados en una hipotética lista “top ten” de los virus de actualidad. La verdad es que este hecho solo era cuestión de tiempo porque como reza el dicho en un mundo globalizado no se le pueden poner puertas al campo y tratándose de un microorganismo menos aún. Quizá uno de los problemas al abordar este tipo de situaciones sea la delgada línea fina que al aportar información oficial separa un alarmismo injustificado que sería sin duda contraproducente con aseveraciones que tampoco terminan de ser ciertas. Por ejemplo hace varias semanas cuando los casos de personas infectadas se focalizaban solo en China y se expandía dentro de este país y a países adyacentes, desde España se lanzaban muchos mensajes políticos haciendo ver que la situación estaba totalmente controlada, que disponemos de protocolos efectivos y que además no había ningún motivo de preocupación porque el escenario Chino se mostraba muy lejano y por lo tanto éramos una zona libre de virus. Lo que ocurre es que cualquier persona con un mínimo de conocimiento en la materia sabría era tan sólo cuestión de tiempo. Por tanto ese tipo de aseveraciones no ayudan porque generan recelo y desconfianza entre los ciudadanos llevándoles a tomar decisiones por su propia cuenta y riesgo.  Tampoco se entienden decisiones contradictorias como suspender el Mobile World Congress de Barcelona cuando todavía no había ningún caso confirmado en España y por otra parte animar a que la gente vaya a las Fallas de Valencia cuando a día uno de marzo hay más de setenta casos confirmados siendo la comunidad valenciana la que más casos presenta. Mientras ocurre todo esto en países también afectados de la unión europea suspenden partidos de fútbol o acordonan zonas con agentes ataviados con mascarillas, trajes de protección vectorial y armados hasta los dientes. Esta disparidad puede tener peores consecuencias que ser alarmista o simplemente hablar de forma contundentemente objetiva. En otro extremo lamento que en la provincia de Jaén estén apunto de aflorar los alérgicos al polen especialmente del olivo y este año además con avisos importantes para el ciprés. Estas personas sí que necesitarán de una mascarilla al igual que personas inmunodeprimidas por cualquier otra patología y probablemente haya incidencias de abastecimiento dependiendo su salud de ello.

Pero ¿qué sabemos realmente del coronavirus? Hasta el momento se desconoce el origen y también su comportamiento siendo esto último lo que a mi personalmente más me puede llegar a preocupar. De otro modo sabemos que se contagia de una manera similar a una gripe y que su cuadro clínico también es parecido a la gripe común. Se infectan mayoritariamente a personas de mediana edad y afecta con peores consecuencias a mayores de setenta años que a su vez presenten otras patologías. Los infectados pueden superar la enfermedad sin problema siendo casos leves existiendo también casos más graves que pueden producir la muerte a medida que afecten a los denominados grupos de riesgo.

Una vez dicho todo esto hablemos de realidades que sí nos pueden ayudar y que son las que a estas alturas seguramente todos ya sepan, es decir, las medidas preventivas higiénicas y de buenos hábitos. No es algo nuevo. No son medidas especiales para el coronavirus si no las universales. La higiene ha sido realmente uno de los factores más importantes en la evolución de la medicina cuando se comenzó a dilucidar las reacciones de causa y efecto que la falta de higiene o condiciones de asepsia podía llegar a provocar. En realidad lo que ahora se nos pide que hagamos es lo que realmente siempre deberíamos hacer. Saber toser y estornudar, lavarnos con frecuencia las manos correctamente con agua y jabón e incrementar todos estos hábitos en sitios concurridos y en grandes aglomeraciones de personas.

Desde nuestra empresa como profesionales en servicios de sanidad ambiental podemos contribuir desarrollando labores de desinfecciones ambientales allí donde se demande. Empresas, compañías, naves industriales, centros sanitarios, viviendas, comunidades y en definitiva todo lo que sea susceptible de desinfectar. Hay diversas técnicas y variedad de principios activos para la desinfección siendo uno de los más idóneos la nebulización fría realizando la desinfección de forma aérea. Recientemente he comprobado en los medios de comunicación como se ha incrementado la demanda de este tipo de servicios en distintos puntos de la geografía española. No faltarán voces que califiquen este hecho de oportunista de una manera similar a la venta indiscriminada de mascarillas. Pero frente a esto añadiré dos matices. El primero es que una desinfección sí es efectiva y tiene una finalidad, dicho de otra manera no se vende humo. El segundo matiz es que este tipo de servicios deberían implementarse periódicamente como protocolos a seguir desde una perspectiva de prevención independientemente de que en estos momentos exista el Covid-19. Si en nuestro país ya contamos con una gripe autóctona y estacional que en una campaña supera con creces las muertes producidas por el temido coronavirus a fecha de hoy, razón de más para que en sitios sensibles como en centros de salud, deportivos, colegios, centro públicos o privados se lleven  a cabo durante los meses clave operaciones de desinfección.

Lo único que ocurre es que a veces tiene que suceder algo para comenzar a hacer lo que ya se debería estar haciendo y esto si que es muy típico de nuestro país.

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Luis Ángel Ordóñez García - Biólogo y Responsable Técnico